Movida por un sentido de urgencia para elevar las voces de los y las bostonianas que habían sido excluidas de la conversación una y otra vez, anuncié mi candidatura para Concejala General en noviembre de 2018. Después de las elecciones de 2019 Y de un histórico recuento de dos meses, gané mi escaño por un solo voto. Actualmente me desempeño como Presidenta del Comité de Responsabilidad, Transparencia y Accesibilidad Gubernamental—un comité que nuestra oficina creó en mi primer mandato para garantizar que los asuntos se llevaran a cabo de una manera inclusiva para todos.

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Me postulo nuevamente porque, después de tres mandatos en el cargo, veo que todavía queda mucho trabajo por hacer para verdaderamente construir una ciudad que funcione para todos. Como alguien que entiende lo difícil que puede ser conseguir un lugar en la mesa, quiero seguir utilizando el asiento que tengo ahora para invitar aún más a quienes están en los márgenes a formar parte de los procesos de toma de decisiones que más los afectan. Después de todo, creo firmemente que nada sobre nosotros, sin nosotros, es para nosotros.

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Estos tiempos también siguen exigiendo un liderazgo audaz e independiente. Nunca he sido, ni seré, responsable ante ningún grupo de interés más que el pueblo. En un momento como este, donde estamos viendo ataques tan contundentes y recortes irresponsables provenientes de nuestro gobierno federal, necesitamos que nuestros líderes municipales intervengan sin miedo, que den un paso adelante y llenen el vacío. Lo que está en juego es demasiado importante como para permitir que los intereses especiales interfieran en el trabajo.

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En los últimos tres mandatos en el Concejo Municipal de Boston, he transformado mi historia personal en acción. Mi experiencia de vida como traductora no oficial de mi comunidad durante mi niñez me llevó a aprobar la Ordenanza de Acceso Lingüístico, para que los residentes tengan acceso a servicios municipales vitales en los 11 idiomas más hablados en Boston. He promovido la inclusión financiera y la creación de riqueza a través de la Ordenanza de Cocinas Residenciales y la Ley de Oportunidad Justa de Boston. Además, hemos apoyado a comunidades históricamente marginadas con la creación de la Comisión de Hombres y Niños Negros, el Grupo de Trabajo sobre Reparaciones, la Oficina de Avance del Hombre Negro y la Oficina de Avance LGBTQIA2S+. Todas estas victorias han sido fruto de luchas arduas hombro a hombro con la comunidad.

Mi trabajo fuera de las paredes de la Cámara del Concejo también es igual de importante para mí. He ido más allá de la legislación para ayudar a las comunidades marginadas mediante eventos como nuestra Feria Multicultural Anual, que ofrece una plataforma a más de 60 pequeñas empresas, y nuestra gira Amplify & Organize, que busca llevar el proceso presupuestario directamente a la gente.

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Más recientemente, nuestra oficina ha liderado muchas otras iniciativas audaces, como la presentación de ordenanzas para establecer la Oficina del Inspector General en la Ciudad de Boston, restaurar la democracia en nuestro sistema escolar mediante la reimplantación del Comité Escolar Electo, y fortalecer las protecciones para nuestras personas queridas LGBTQIA2S+ con la creación de una Comisión de Supervisión LGBTQIA2S+. Asimismo, buscamos proteger aún más a nuestras comunidades inmigrantes modificando la Ley de Confianza de Boston de 2014 y rechazando fondos que buscan fortalecer el BRIC y la base de datos de pandillas de Boston, los cuales ponen en peligro a todos los residentes, pero en particular a inmigrantes negros y latinos.

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Sé que los bostonianos de todos los orígenes comparten una historia común, y que necesitamos defensores que unan a la gente y eleven las historias de todas las comunidades. He vivido la historia de muchos bostonianos y seguiré en el próximo mandato viviendo nuestros valores y sin miedo a alzar la voz. Juntos, Boston puede crear una ciudad equitativa y justa para todos. Porque todos significa TODOS.

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Estamos poniendo el poder en manos del pueblo porque sabemos que nada sobre nosotros, sin nosotros, es para nosotros.